Por Abigail Soto
Los países democráticos que practican el catolicismo deben manifestarse y romper relaciones con el gobierno criminal y dictatorial de Nicaragua encabezado por Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo.
Es hora de que los gobiernos con bases cristianas den un contundente rechazo a los ataques contra la Iglesia Católica que este dictador está cometiendo, secuestrando obispos, quemando iglesias, golpeado sacerdotes
La Iglesia a nivel mundial, guiada por el Papa Francisco, debe convocar a todas las iglesias del mundo para que hagan manifestaciones públicas en protesta por las acciones de Ortega y su esposa.
No es posible que este dictador esté persiguiendo opositores, encarcelando y matando ciudadanos que se oponen a su régimen y que pueda seguir gobernando como si nada.
Los estados deben romper relaciones diplomáticas y descontinuar los negocios con ese país y en conjunto mandar a este dictador al zafacón de la historia de Nicaragua.
Es una pena que un hombre que llegó con el apoyo del pueblo que ayudó a derrocar un gobierno dictatorial, este encabezando una dictadura peor.
Tener a Daniel Ortega y a su esposa como vicepresidenta de Nicaragua es una vergüenza para el mundo, estos dos ciudadanos deben estar en una cárcel, ambos deben salir del poder por los medios que sean necesarios.
El mundo católico tiene que rechazar las acciones desdeñables, criminales de estos energúmenos que hoy gobiernan Nicaragua.