Por: Abigail Soto
Hace un año miembros de la Policía Nacional mató a una pareja de jóvenes pastores en Villa Altagracia, las consecuencias de esa acción aún no se sienten, luego ametrallaron otra familia en La Romana y tampoco hubo sanciones contundentes, mucho menos las hubo por la muerte de un joven en San José de Ocoa que fue detenido en condiciones de salud normales y entregado a los familiares masacrado en un ataúd.
El caso más reciente fue del joven David De Los Santos, quién después de ser apresado en una plaza comercial del Distrito Nacional y llevado al destacamento de Naco, la policía lo entrega en condiciones de masacre y luego le dicen a los familiares que no le han puesto la mano.
En ninguno de los casos se han sentido las consecuencias que indique una línea clara de la Policía Nacional, porque solo traslada al agente asesino de un cuartel a otro y con esto no resuelve el problema, muy por el contrario el problema se está trasladando a otras comunidades.
La problemática no está en los cuarteles, sino en las líneas de alto mando policial, situación que tiene cansada a la ciudadanía, la cual nota que le mienten descaradamente.
Sin lugar a dudas estos casos son muy preocupante por lo que el presidente de la República deberá tomar medidas drásticas que estremezca la policía de arriba abajo, las culpabilidades no se les pueden endilgar a los rasos, cabos, tenientes o capitanes, no se puede quedar en los de menor rango sino que debe incluir el alto nivel jerárquico de la jefatura policial que es donde se emiten las órdenes.
Está bueno señor Presidente de que los destacamentos se estén convirtiendo en un centro de tortura para ciudadanos que hoy le temen a un policía más que a un delincuente.
Se debe sacar ese mal de raíz, pues si no se toman las acciones preventivas de lugar y se continúa con la misma cháchara, ocurrirán más crímenes siguiendo la misma línea trazada desde las altas instancias policiales.
Señor Presidente no espere resultados de una comisión de civiles que no saben nada de policía, por tanto no pueden transformarla, eso es perdida de tiempo, la policía se arregla con decretos, cancelaciones, pensiones y poniendo a los oficiales preparados de accionar correcto a comandar en todo el núcleo territorio nacional.
De lo contrario no vale la preocupación que lo embarga a usted como a todo el pueblo dominicano ante esta criminalidad puesta en práctica por mandato de la policía que refleja una línea establecida.
También debe investigarse por qué la seguridad de este centro comercial actuó de esa manera, si alguien mandó a ejecutar esa acción y el pueblo debe exigir esas respuestas.