Por Abigail Soto
República Dominicana es el principal destino turístico del Caribe, sin embargo cada vez son más frecuentes las situaciones trágicas relacionadas con turistas en territorio dominicano.
Es lamentable que hoy la población dominicana y la comunidad internacional se encuentren consternadas, debido al aparatoso accidente ocurrido ayer en la carretera de Bávaro, en el cuál dos turistas perdieron la vida y otros se encuentran en estado crítico.
Otro hecho ocurrió recientemente en el aeropuerto de la zona Este, principal polo turístico del país, al quedar al descubierto que un empleado le plantó a una pasajera dos maletas con sustancias ilícitas, para intentar así enviar drogas a Europa.
También son cotidianas las situaciones entre taxistas convencionales, turistas y personas que ofrecen servicio de taxis por plataformas digitales.
Esto indica que no podemos seguir tapando el sol con un dedo, en cuanto a las regulaciones que no se aplican en el sector turístico, no se puede continuar mirando solo la belleza de nuestras playas y montañas, mientras empresas que se dedican al turismo andan como chivo sin ley.
¿Qué hacen las autoridades para supervisar que los chóferes de transporte turísticos manejen de manera responsable, quién verifica si las lanchas cuentan con los chalecos salvavidas suficientes para cada persona, quién evalúa las descargas de aguas residuales de los hoteles, quienes examinan las bebidas alcohólicas que se brindan en las excursiones?
Estás interrogantes surgen cada vez que turistas pierden la vida en Quisqueya la bella.
Es hora de que la respuesta no sean los números récord de llegada de visitantes, los funcionarios competentes deben asumir la responsabilidad de afrontar los problemas y regular las actividades turísticas caiga quien caiga.